De pequeños nuestros padres no nos dejaban pasar más de una hora seguida delante de la consola porque según ellos, nos provocarían locuras, nos tiraríamos por la ventana imitando los juegos de lucha y por supuesto no tendríamos "vida social". 
Pues bien, un "jovenzuelo" de 32 años, llevaba desde 1991 intentando pasarse el último nivel del juego Super Mario Bros 3. Según él, este hecho le ha provocado no madurar y quedarse estancado en la infancia.
Pensaba que no podría enfrentarse a retos tales como ir al instituto, echarse novia, etc., sino era capaz de pasarse un simple juego para niños de diez años. La noticia cuanto menos es impactante y curiosa, imagino que a esta persona sus padres no le decían cada cinco minutos lo mismo que a nosotros, - niño, apaga la consola o te la quito-.
Afirma que muchos de los compañeros que tuvo en el colegio hasta tienen hijos ya, pero se siente feliz por poder haber cerrado al fin la etapa de la infancia e iniciar la adolescencia. Para hacer más amena su nueva etapa, ha adquirido la Xbox con unos cuantos juegos.
Comenta que no sabe si los juegos habrán evolucionado mucho desde la década de los 90 (apenas nada vaya...), pero le pondrá el mismo empeño, puesto que el futuro de su madurez está en juego.
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